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La noción de que el Covid-19 se esparció por distintas latitudes meses antes de que la OMS decretara los brotes como una pandemia de alcance global tiene cada vez más sustento científico.

Según las autoridades chinas, el primer contagio de Covid-19 ocurrió el 17 de noviembre de 2019 en Wuhan, el sitio donde el SARS-CoV-2 saltó de alguna especie animal a los humanos; sin embargo, múltiples evidencias parecen indicar que el virus ya circulaba en Europa antes de 2020.

La prueba más reciente es el caso de un niño de cuatro años originario de Milán, que llegó al hospital el 21 de noviembre con tos y rinitis. Diez días después, el menor presentó vómitos, problemas respiratorios y manifestaciones cutáneas que llevaron a los doctores a sospechar de sarampión.

El 5 de diciembre, los médicos tomaron una muestra orofaríngea para comprobar el diagnóstico; sin embargo –y para su sorpresa–, la prueba resultó negativa.

La muestra se guardó en el hospital como parte de los protocolos de sanidad y a más de un año del caso, una investigación de la Universidad Estatal de Milán encontró material genético del coronavirus SARS-CoV-2 en ella.

El hallazgo se produjo a partir de la sospecha de que las manifestaciones cutáneas (comunes en jóvenes enfermos de Covid-19) podrían estar relacionadas con el coronavirus.

Y aunque no fue posible determinar la cepa del virus debido a que la muestra fue tomada en el día 14 después de los primeros síntomas y se trató de un cultivo orofaríngeo y no nasofaríngeo, el estudio arroja una prueba contundente de que Covid-19 ya circulaba en Italia al mismo tiempo que el primer brote comenzó en Wuhan, China.

No sólo eso: después de interrogar a sus padres, los investigadores descubrieron que ni ellos, ni el menor viajaron en los meses previos fuera de Italia y por lo tanto, es posible asegurar que el niño contrajo el virus localmente, una señal clara de que el Covid-19 ya se transmitía de forma autóctona en el país transalpino al menos un mes y medio antes del supuesto paciente uno, un hombre de 38 años llamado Mattia Maestri, que fue diagnosticado con Covid-19 el 20 febrero de 2020.

Conocer más a fondo sobre la trazabilidad epidemiológica de Covid-19 ayudará a prevenir futuros brotes de otras enfermedades víricas con el potencial para convertirse en una amenaza a la salud global.

Con información de Muy Interesante