
Por José RODRIGUEZ
Desde que estuvo en Culiacán en ocasión de una premiaron a beisbolistas profesionales hace unos años, ya lo vi delgado, lejos de su regordeta figura.
Sin embargo en sus últimas apariciones públicas ya su físico era muy diferente, muy delgado y con aspecto enfermizo.
Y todo se derrumbó cuando hace bien poco, semanas antes, fue internado en un hospital y, apenas se informó de su ⁹desceso, sin que su familia haya querido hablar sobre el mal que le aquejaba.
Me estoy refiriendo al inolvidable Fernando Valenzuela el popular Toro que vino a transformar al beisbol desde aquella primera salida en 1981, colaborando para que Dogers ganará la Serie Mundial ante Yanquis.
Ese mismo año el zurdo sonorense obtuvo par de títulos personales: Novato del Año y el Cy Young.
Fernando hizo todo en Grandes Ligas, incluso lanzó un juego sin jit ni carrera y participó en seis juegos de estrellas, entre 1981 y 1986
Su debut fue el 15 de septiembre de 1980 y su despedida se dio el 14 de julio de 1997
Cosa curiosa. Al Toro lo descubrieron cuando lanzaba en la Liga Central con Tuzos de Guanajato.
Hasta allá fueron los scouts para ver en acción a un jugador llamado Ali Uzcanga quien no pudo participar en ese juego y, sin embargo las miradas se centraron en el jovencito pitcher zurdo que comenzó en el montículo.
De ahí se fue a Leones de Yucatán en la LMB y luego a Estados Unidos a sucursales de Dodgers.
La historia es ya bien conocida.
Con Valenzuela llegó la «Fernandomanía» en 1981 irrumpiendo en el firmamento el mejor pelotero mexicano. O tal vez uno de los mejores.
El Toro es considerado uno de los pitchers que mejor batean, prueba de ello sus dos bats de plata, además de un guante de oro por su fideo.
Sus equipos fueron Dodgers, Angelino, Oriples, Filis, Padres y Cardenales.
Sin embargo, según los especialistas en Grandes Ligas, Fernando Valenzuela no tendrá oportunidad de llegar al Salon de la Fama de Cooperstown pues no tuvo muchas temporadas sobresalientes.
Entonces no basta ser «bueno» como decimos en México, sino que se debe ser un pelotero extraordinario para ser inmortalidad.
Para nosotros en México si es extraordinario. El mejor.