Roberto Moreno Ramos, de 64 años, asesinó a martillazos a su familia en Estados Unidos.
Por Milenio
El estado de Texas ejecutó a Roberto Moreno Ramos, de 64 años, quién asesinó a martillazos a su familia en Estados Unidos, pese a reclamos del gobierno de México y de expertos de la ONU y la OEA, que alegan una violación del derecho internacional.
El gobierno de México, mediante la cancillería, condenó el hecho.
El canciller Luis Videgaray también condenó la ejecución de Ramos, que murió mediante una inyección letal.
Moreno fue condenado a muerte por asesinar a su esposa y a sus dos hijos, de siete y tres años, en 1992 en la ciudad de Progreso, cerca de la frontera con México, donde la familia había estado viviendo durante varios años.
En 2003, el gobierno mexicano llevó el caso de Moreno, así como el de otros 50 condenados a muerte en Estados Unidos, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), principal órgano judicial de la ONU.
Según datos del observatorio Death Penalty Information Center (DPIC), en Estados Unidos hay 134 extranjeros de 35 nacionalidades condenados a muerte, en su mayoría son mexicanos (54), hay nueve vietnamitas, ocho cubanos, ocho salvadoreños y cinco hondureños.