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Por Antonio Velázquez Zárate
¿Recuerdan ustedes cómo inició México el último mundial? Sí triunfo sobre la potente Alemania, que venía con el blasón de actual campeón del mundo. ¿Recuerdan que no solo gracias a esa victoria, sino a las otras derrotas de los teutones, México pudo avanzar a la siguiente ronda, luego de jugar tan mal sus siguientes dos encuentros? Pues bien, barbas a remojar, sin quitarle absolutamente el menor mérito al triunfo contundente sobre Francia al son de 4 a 1 al arrancar su participación en los Juegos Olímpicos de Japón.
Permítanos, antes de entrar en materia, presumir que nuestra estrategia resultó tan exitosa como la del tri, lo anticipamos: trataríamos de estar en brazos de Morfeo (ojalá fuera Morfea), a las 8 de la noche, como ocurrió, lechuga, té una cena muy ligera y buena almohada, por si las dudas el despertador a las 2 de la mañana, de no haber sido así nos hubiésemos seguido de frente, justo al silbatazo inicial ya estaba nuestro televisor encendido y aun más, al terminar el duelo, luego de dormir 6 horas al hilo, nos echamos otras tres de pilón, así es que amanecimos el cien.
Así lo dejaremos, como una anécdota, para los dos próximos duelos será mucho más sencillo, porque ambos serán a las 5 y 5.30 horas tiempo de Culiacán.
Ahora su “a lo que trujo chencha”.
De acuerdo en que México fue mucho muy superior a un equipo francés, que como tal hasta dio la impresión de no haber tenido tiempo de entrenar lo suficiente para ser considerado un conjunto hecho y derecho. De acuerdo con los analistas es una selección de las favoritas para llevarse incluso la medalla de oro, pero jugando de esa forma, simplemente lo dudamos.
Es más, el marcador le salió barato, porque bien pudo nuestro equipo anotar entre dos o tres más, lo que hubiese sido aún más escandaloso de lo que por si es el 4-1. La figura de Gignac, con los años encima, simplemente no dio señales de vida ante la dinámica e intensidad del resto de los jugadores de ambos equipos, creemos que Francia, se equivocó al elegirlo refuerzo, como México con Fredy Martin, solo que la diferencia entre aquel y este se reduce a la edad, porque el mexicano por lo menos su juventud le alcanzó para pelear palmo a palmo cada balón, no así el jugador de Tigres, que ya no está para corretear a tanto jugador mucho más joven que él.
El equipo nacional, en un aspecto, tiene a misma falla que la selección mayor: gran capacidad para recuperar la pelota, pero dos detalles sobre este tema: uno, perderla pronto por elegir la ruta equivocada o cuando es acertada la llegada de los carrileros, del mismo modo, no terminan la jugada de la mejor manera, cuando esto ultimo si sucede, se comprobó la peligrosidad del equipo cuando desborda por las bandas sea con Vega, Laines o Antuna, los tres de gran velocidad y en apoyo a la recuperación de la pelota.
Nos quedó muy claro que por lo menos esta madrugada, el equipo de Lozano, tendrá una gran ventaja: banca de confianza. Todos los jugadores de relevo le dieron al equipo la envión necesaria para mantener un ritmo de juego endemoniado, nos referimos, primero al hecho de ir a la marca doble, en el que todos se pusieron el overol y en segundo, a mantener la dinámica para atacar aprovechando los espacios que dejó Francia al verse abajo en el marcador.
Desde nuestro punto de vista, el equipo será mucho más efectivo cuando sea menos precipitado a la hora de entregar la pelota, es decir, no equivocar tantos pases, sin importar cuantos toques le den a la pelota, pero no dividirla tanto y mucho menos perderla en la salida. Francia, afortunadamente, no aprovechó muchas de esas ocasiones, pero a como avance el torneo, los rivales, se supone, podrían explotar de mejor manera esa “debilidad” del equipo azteca. En pocas palabras, no estamos peleados con la velocidad, pero sí nos parece que deben de equilibrarla con cambios de ritmo para ni equivocar tantos pases y al mismo tiempo hacer que el rival sea el que se desgaste.
Japón y Sudáfrica, si algo tendrán como mejor arma es su velocidad. Seguro que Lozano y su equipo ya los tienen bien estudiados y que trabajarán en ello. Para finalizar: muy bien los sinaloenses Erik Aguirre y mucho mejor Luis Romo. Como colofón: que golazo el de el “Mudo” Aguirre. Ya lo apuntamos, es mucho más que Henry Martin.
Nos vemos mañana.
Antoniovelazquez13@hotmail.com