Columna 90 Minutos
Por Antonio Velázquez Zárate
En el fútbol es muy común, más bien el pan de todos los días, opinar sobre la actuación de los árbitros, en general sus decisiones son las causantes de más polémicas entre aficionados, medios de comunicación y técnicos. La situación se altera aún más cuando se pierde la calidad de aficionado y se traslada al estatus del fanatismo, lo que lleva por lo regular a los silbantes a la silla de los acusados convirtiéndose en los villanos de la película, como lo expresó César Arturo Ramos, durante la charla que tuvo con el columnista y que sobre lo mismo comentó durante el desayuno al señalar “somos un mal necesario”, así entrecomillas, puesto que en el papel, hablando estrictamente de su rol, sin ellos, sin quien ejerza justicia, el balompié como todo deporte, sería un caos.
Precisamente un día antes de platicar con él en los jardines de un campestre, durante la transmisión de un partido de la Liga MX, uno de los comentaristas habló sobre el tiempo que se pierde cuando los porteros tardan en despejar o el resto de los jugadores en realizar el saque de mano o el despeje de meta. Dijo: “algo se debe de hacer para evitar tanta pérdida de tiempo -y agregó, ojo- según sabemos hay determinado tiempo para poner el balón en juego”. En pocas palabras, no estaba enterado de que la tolerancia es de 25 segundos para los porteros y de 15 para quienes deben de sacar de manos o realizar el despeje de meta.
Sobre el tema fue nuestra pregunta a César Arturo Ramos, quien comentó que para que los cronistas en general tengan un margen más amplio para opinar desde luego que deben conocer el reglamento, dijo que, por desgracia para los árbitros, debido a la mala orientación de quienes hablan o escriben llegan hasta recibir serias amenazas, él mismo no ha estado safo de esa situación. “Los medios de comunicación -apuntó-deben de estar al tanto de las modificaciones o adecuaciones de las reglas, en este caso se trata de que la pelota está más tiempo en movimiento, porque el público paga por ver más acción”.
El silbante profesional como punto de referencia para demostrar que hace falta que aficionados y cronistas tengan más conocimiento del reglamento, señaló la amonestación a Jesús Corona, portero del Cruz Azul, quien pese a ir su equipo abajo, se ganó una amarilla por no poner el balón en juego en tiempo o forma, cuando lo que se requiere es que el público vea más acción. Es decir, como vaya el marcador, en todos casos la pelota debe ponerse en juego como lo mandata el reglamento.
En resumen: difícil encontrar jugador, cronista o técnico que no solo recite de memoria las 17 reglas, sino que conozca todos sus vericuetos. ¿La solución?, bueno, tal vez sea imposible memorizarlo todo, pero si tenerlo a la mano para consultarlo para dar una opinión apegada a lo que está escrito, para fortuna de este deporte, de hace poco tiempo para acá se aprobó el famoso VAR, herramienta sin duda alguna que ha sido de gran apoyo para los árbitros, aun cuando hay quienes insistan en que el fútbol estaría mejor sin esta tecnología. En este tema, César Arturo, señaló que el sentido de la vista está limitado a ver una acción en fracción de segundos, por lo que el apoyo de la tecnología es muy valioso. En este punto, habrá que anotar tanto la posición como la distancia que esté el árbitro de la jugada o que se cometa algo grave, estando el balón en juego en alguna zona y en otra se cometa alguna falta que ni el central o los jueces de línea logren ver.
Para complementar esta entrega, en apego a lo comentado por César Arturo Ramos Palazuelos, sobre orientar a los aficionados va el apunte relacionado al VAR (árbitro asistente de vídeo), que se introdujo por primera vez, según lo que investigamos, en la temporada 2012-13 de la liga holandesa. En 2018, la Junta de la Asociación Internacional de Fútbol (IFAB) aprobó las pruebas y le dio luz verde en general. Mire usted el árbitro asistente de vídeo es un miembro más del equipo arbitral con acceso independiente a las imágenes de la retransmisión del partido; el VAR puede asistir al árbitro únicamente en caso de que se produzca un «error claro, obvio y manifiesto» o un «incidente grave inadvertido» en relación con: gol/no gol; interviene si el árbitro no saca una tarjeta roja que correspondía o si es expulsado incorrectamente. No interviene en los casos de las expulsiones por doble amonestación. Interviene para aclarar la identidad de un futbolista en caso de una amarilla o roja.
Debemos señalar, por cierto, que finalmente, que el árbitro es la máxima autoridad y, por lo tanto, quien tendrá siempre la última palabra. Dar por bueno lo comunicado por el VAR, sostener su marcación o ir al televisor para dar su decisión final, en pocas palabras, es falso que le reste autoridad.
Nos vemos mañana
Antoniovelazquez13@hotmail.com