Por Juan Francisco Ayala Valenzuela
En la tradición del pueblo yoreme, la danza del venado siempre convoca; basta que el guaje boca abajo empiece a sonar al ser golpeado, simulando el corazón del venado, o que alguno de los dos raspadores empiecen a tallar la madera de la jiruquia; los cantavenados anuncian el inicio del ritual.
Nunca un venado está sólo bajo la enramada.
Algunos cantavenados y venados (maasowuileeros) hacen equipo y es común que se acompañen como equipo en cada festividad; a veces por ver a los cantavenados ya podemos saber quién será el venado de esa ocasión.
Llegan a comunicarse de una manera tan íntima en el ritual que saben sus movimientos y reacciones con anticipación; algunos venados indican el fin del ritual (la danza) marcando con algún pie el final sobre alguna de las jiruquías o el guaje.
Día de la Santa Cruz.
En San José de Cahuinahua, Charay, El Fuerte, Sinaloa.